El motivo por el cual creo en el relato de Genesis 1–3

Jerry Paladino
6 min readSep 26, 2018

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Mira la mano en la foto, es la mano de mi pequeña nieta adoptiva. Está extendiendo la mano para tocar algo que es peligroso y podría matarla o herirla gravemente. Yo, la figura de autoridad, le estoy advirtiendo que no lo toque; le explico los peligros y le recuerdo que ya le han dicho lo mismo antes, aunque sé que todavía no puede entenderlo todo. ¿Y qué es lo que decide hacer? Ya sabes la respuesta… reconoces el escenario tanto como yo.

La casa en la que se encuentra es encantadora con muchas características de seguridad para niños, y se pasa varias horas todos los días en una salita de juegos preparada especialmente para ella. Su mamá y papá prepararon esta sala y la llenaron con una variedad de juguetes y cosas con las que entretenerse. Hay cómodos sillones donde puedo sentarme y tenerla en mi regazo para la hora del cuento, y una variedad de libros en los estantes. El piso es acolchado (una alfombra profunda) para suavizar las caídas; hay muñecos y juguetes de muchos tipos con los que jugar; una gran cantidad de juguetes ruidosos que siempre le sacan una sonrisa (cuanto más ruido, mejor)… Todos excelentes artículos para un niño pequeño con un lapso de atención de 4 segundos.

Esta habitación es excelente, básicamente libre de peligros; aunque hay algunos objetos filosos como las estanterías o la mesita de noche, todo está arreglado de tal manera que sea muy difícil que se lastime. No hay lámparas ni luces al alcance, con la excepción de una que cuelga del techo.

En este arreglo casi ideal, hay literalmente solo UNA fuente de peligro en la habitación: los enchufes eléctricos en las paredes, los cuales están tapados con cubiertas para enchufes “seguras para niños”. Se pueden quitar en cualquier momento si es necesario, pero la mayoría del tiempo se conecta de forma segura, para eliminar todo peligro a los más pequeños.

Entonces, ¿DÓNDE quiere ir la nieta cuando el abuelo no está mirando? ¿QUÉ es lo que quiere tocar? ¿CUÁL ARTÍCULO en la habitación rompe su atención de 4 segundos de duración, detiene su movimiento y silencia sus sonidos por un período prolongado de tiempo? ¡Correcto! El enchufe.

Le puse un video educativo para niños para que pudiera verlo (en incrementos de 4 segundos), y me quedé atrapado en el momento cuando me di cuenta de que ella no estaba a la vista; no es fácil desaparecer o esconderse en un habitación de 15 pies x 10 pies — pero me di cuenta que ya no estaba al lado mío y estaba muuuy silenciosa.

Me levanto de mi sofá y miro hacia atrás, y allí está sentada en el piso detrás de la silla, jugando con el enchufe. Le había quitado una de las fundas plásticas, la tenía en la boca y estaba decidiendo su próxima movida cuando la vi.

La voz de la autoridad retumbó su advertencia: “Eso es peligroso, cariño, podrías LASTIMARTE. No lo toques…no pones esa plástica en la boca, dáselo al abuelo… “ El abuelo lo toma e inmediatamente tapa el enchufe.

De vuelta a mi silla, ella sigue gateando por la habitación, agarrando y trayéndome esto y aquello para que lo compartamos… Después de unos momentos, cuando ya no me está trayendo cosas, y estoy atrapado en el video educativo una vez más (siempre aprendiendo incluso a los 66), noto que la habitación está en silencio y que ha desaparecido de nuevo. Por supuesto, todos sabemos dónde la encontré: en ese lugar, el elemento de interés “prohibido”. Otra vez la voz de la autoridad le advierte sobre el peligro, y de nuevo le muestro otras cosas para distraerla de ese enchufe… Puse algunos muebles y cojines en el camino, sabiendo que eso funcionaria solo temporalmente, y que tengo que vigilarla más de cerca.

Ella, por supuesto, no lo comprende todo, está fascinada por lo que le advirtieron que es peligroso, y que no debería tocarlo…

Me imagino a los primeros 2 seres humanos, hace muchos años atrás, en su sala de juegos/área de trabajo perfectamente preparada, donde van de aquí para allá, habiendo recibido TODO lo que necesitan para ser felices, estar ocupados y cómodos, en un MUNDO PERFECTO- pero siempre presente en una parte de su espacio hay algo a lo que se sienten atraídos repetidamente, algo que los llama y lo único que no deben tocar. Tengo la fuerte impresión debido a mi experiencia con mi nieta de que tal vez esa advertencia fue dada más de una vez como está registrada en la Biblia. Tal vez se acercarían a ese árbol ocasionalmente al haber terminado el trabajo y el juego, atraídos por lo único que no podían tener. Hasta que un día llegaron al punto de arriesgar todo para ‘tocarlo’, para ponérselo en la boca. Fueron advertidos por la amorosa voz de la autoridad, pero siguieron adelante de todos modos.

Cualquiera que tenga hijos seguramente ha visto ese escenario repetirse una y otra vez a lo largo de los años. Cualquier juez o jurado probablemente lo ha escuchado o visto, ya que los casos de mal proceder se presentan ante ellos y se examinan los motivos del “por qué”. Cualquier médico, psicólogo o asistente social puede reconocerlo en las vidas de los adictos que simplemente no pueden decir que “NO” a las sustancias que tienen la garantía de extinguir sus vidas tarde o temprano…

Es una historia conocida, y a pesar de la cantidad debatida de años que han transcurrido, literalmente NO HAN CAMBIADO los detalles desde el primer caso registrado: allí en un espacio preparado, libre de peligro inherente, con pautas establecidas a seguir y peligros explicados con anticipación, con una advertencia de no tocar; seguida en algún momento por una decisión deliberada de ‘voy a hacer lo que quiero’ a pesar de todos los esfuerzos para proteger al ser humano de su propia destrucción o daño. Lo he visto en cada uno de mis hijos desde pequeños hasta el día de hoy, ellos (y yo) aún enfrentamos decisiones diarias en las que podemos hacer lo correcto y seguro, o hacer lo que está mal, es dañino y destructivo.

Creo que realmente no podemos culpar a los dos primeros humanos y su mala decisión por el estado de nuestro mundo y por traernos todo lo malo: cada uno de nosotros nos paramos delante de ese mismo árbol regularmente, o ese mismo enchufe eléctrico, escuchando la voz de advertencia tratando de explicarnos y razonar con nosotros sobre las consecuencias… Y todavía vamos y tocamos lo prohibido, cediendo a la fuerte voluntad humana que desea hacer lo que quiere a pesar del peligro pre-explicado.

Es por eso que creo que la historia presentada en Génesis 1–3 es tan precisa incluso en su simplicidad, escrita por alguien anterior a nuestra era moderna, pero que explica perfectamente la naturaleza humana y mucho de lo que sucede hoy en día y lo que ha ido mal a lo largo de la historia. Explica qué salió mal en nuestro mundo originalmente perfecto, qué lo quebró y continúa luchando contra la prosperidad de nuestro mundo… También ilumina claramente en qué área de nuestra humanidad debemos trabajar para solucionarlo.

Veo la misma historia en las noticias, Internet, en las calles y en la sala de juegos de mi nieta. POR ESO LO CREO.

Photo por Sylvie Daigneault

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Jerry Paladino
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Written by Jerry Paladino

AKA J-PAL: singer, songwriter, producer, content creator, friend and follower of Jesus of Nazareth

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